Llamada perdida | Gabriela Wiener

Año: 2018
Editorial: Estruendomundo
Páginas: 128

Sinopsis

Llamada perdida de Gabriela Wiener es un libro de relatos autobiográficos, que con magistral uso de la ironía y del humor, nos permite sumergirnos en el mundo y en la mirada de una mujer, y en su lucha diaria contra la cotidianidad y sus propios demonios. Gabriela Wiener aborda temas como el alejamiento del país en busca de un futuro incierto, la maternidad, el miedo a la muerte, soledad de los cuartos de hotel, la fealdad, los tríos, el misterioso número once, el alejamiento de los amigos; temas que la autora convoca como si metiera una moneda a un teléfono publico en busca de una respuesta inesperada.

Opinión personal

“Y días como hoy, en que no se acaba el mundo, pienso que, todos nosotros también estamos aprendiendo a leer. Que las señales que se nos presentan cada día esconden nuevos y misteriosos significados, que estamos esforzándonos por encontrarles un sentido, aunque nos cueste prescindir del brillo ensordecedor de las pantallas. Que los países a veces son como niños y que tenemos suerte de estar a punto de descubrir, otra vez, el fuego” (-Acerca de lo madre)

En este estado de las cosas quiero compartirles mi última lectura: los relatos/ensayos personales de la escritora peruana Gabriela Wiener, que encontré en la biblioteca de mi hermano. Limpiar compulsivamente jamás trajo tantas alegrías.

La autora es una mujer chola, migrante y feminista, que expone estos atributos como condiciones políticas y escriturales. El punto de partida y referencia es la España de 2003, un país en plena pujanza y lejos de cualquier crisis; como escritora situada hace examen de la maternidad, los afectos (milita las relaciones libres junto a sus parejas, Jaime y Rocío), el racismo y lo que significa Perú a la distancia.

En lo que hace al libro. Se divide en tres partes: llamadas de larga distancia, llamadas personales y llamadas perdidas. La cohesión es más estructural que temática, es decir lo que mantiene la coherencia de la obra es el uso de la primera persona singular y plural como pivote de las crónicas, y algunos experimentos formales. Wiener explora los alcances de la crónica, aunque se puede asociar a la literatura del yo, o confesional, en la que se superpone la figura del narrador y el autor, y la ficción queda en tensión con una realidad vacilante. Varios de los textos fueron escritos para diarios así que tienen un tono ágil, aparentemente sintético pero atrapante. Aunque este estilo impere la mayoría de las veces, también se permite la reflexión y análisis de la realidad por fuera del topos construido que demuestra una voz narradora muy observadora, crítica, irónica y por momentos poética. En una entrevista (de la que perdí la fuente) dice: “Creo que en estos textos he roto las reglas de la clásica crónica latinoamericana en la que no está permitida la digresión. Aquí me atrevo a hacer metacrónica, me detengo y me pongo a reflexionar sobre lo que estoy contando”. Pone en cuestión el ideal objetivista del periodismo tradicional.

“Entonces me entrego a la oscuridad más absoluta, dejo que llegue, que me envuelva como el abrazo de un enorme animal que me traga y escupe mis huesos. Ahora formo parte de su brillante pelaje. La oscuridad por primera vez es tibia como un sol negro; mi mente se expande en ella. El llanto es un medio para vaciar contenido. Ya estoy vacía, como siempre que he llorado más de la cuenta, pero no estoy triste, porque no he perdido nada” (Un fin de semana con mi muerte- diario del taller 'Vive tu muerte')

En esta edición porque tengo entendido que hay varias, tiene hacia el final una historieta ilustrada por Natacha Bustos del relato "Todos vuelven", en el que se exponen las dificultades de su amiga Micaela, quien no pudo ajustarse a la vida en Madrid y decide volverse con su familia a Lima. De aquí emergen las diversas realidades de los migrantes que parecen destinados a siempre vagar, la amistad a prueba del tiempo (y espacio); y el “abandono” como marca indeleble del despecho.

“Para los que volvemos al Perú, el pasado será lo próximo que hagamos: no es algo que quedó atrás, es algo que siempre está adelante, esperándonos, un horizonte al otro lado del océano sobre el que garúan plomizos los fotogramas de una historia inconclusa” (-Teléfono malogrado conmigo misma)

En la sinceridad pura y dura se exhibe la fragilidad de las personas. La exposición de sus inseguridades, la caída de posturas artificiosas que nos creamos para los demás. Hay obras que por alguna razón u otra nos resuenan y exhuman fantasmas. En otra entrevista de la que no perdí la fuente, dice: “hay cosas que al hacerse visibles y compartirse con los demás pesan menos, duelen menos, nos hacen más libres y nos acercan”.

(Precipitando de lectura en lectura, entre las líneas de Rojo y Negro me encontré con esta frase, que creo justifica el encare desvergonzado de la autora: “- Ese es el resultado de las vanas pompas del mundo; al parecer está acostumbrado a las caras sonrientes, verdades teatros de la mentira. La verdad es austera, señor mío”)

Wiener:

“Aunque la conciencia de lo que está mal brilla con urgencia dentro de nosotros, persistimos bajo la luz artificial del autoengaño”
“Me pregunto cuántas personas están dispuestas, como ella, a reconocer sin seguridad alguna, pero sin miedo, su propia desnudez”

Por otro lado, el libro está lleno de citas de autores como Joan Didion y Gay Talese (los seres iluminados de la crónica y no ficción) y hace una cartografía de sus fuentes e influencias. Justamente mi relato favorito es cuando, Wiener, siendo ferviente fan de Bolaño, llega a una conferencia y se encuentra con el círculo más íntimo del escritor en un bar de Barcelona. Experiencia surrealista.

En general, la lectura me hizo muy bien, el tono, los temas son muy actuales y no dejan de interpelarnos desde el más acá. Pero similar a un libro de cuentos hay algunos textos que me gustaron más que otros. Sobre todo, se impone la proximidad,  invertimos sentimientos en esa persona que no conocemos,y aun así compartimos ese espacio-otro imaginario de la literatura.

Lo último y ya los libero: Gabi fue invitada al primer festival de no ficción realizado en Buenos Aires, Basados en hechos reales (2017). Les dejo una entrevista de cuando pasea por lo alrededores. Además colaboró en la publicación en papel, Poliamor, de la revista Anfibia, "Aquí no se hace más amor".





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