Demian | Hermann Hesse

Ficha técnica

Título: Demian.
Autor: Hermann Hesse.
Editorial: Alianza.
Formato: Tapa blanda.
Páginas: 187.

Sinopsis

Escrita tras las trágicas experiencias de la Gran Guerra, Demian es una de las obras más emblemáticas de Hermann Hesse (1877-1962). La novela —en la que late la repulsa de la sociedad burguesa y masificada y el llamamiento a los elegidos (los que llevan en su frente el «el estigma de Caín») para conquistar la autenticidad y emprender la reconstrucción comunitaria de la humanidad— narra, como reza su subtítulo, la «historia de la juventud de Emil Sinclair», quien, en ruptura con el mundo claro y seguro de su infancia, va a la busca de su personalidad y de su destino, sólo realizables en el mundo oscuro, incierto y amenazador de los adultos.


Opinión personal

En primer lugar, debemos tener presente que Demian (publicada en 1919) es un notable referente del bildungsroman, una novela de formación que relata el trayecto de aprendizaje de Emil Sinclair desde su niñez hacia la adolescencia y la incipiente adultez. Así, transitaremos de su mano un tiempo de difícil búsqueda, profundas reflexiones y dolorosas experiencias. Cuando Emil se encuentra aún en el instituto, hará su aparición la figura que da nombre a la obra: Max Demian, un muchacho particular, atemporal, andrógino, cuyos rasgos signan una extraña dureza y madurez. Él funcionará como guía de Sinclair a lo largo de su crecimiento y también como disparador incitante de su autoconomiento.

Como consecuencia inevitable de la crisis adolescente, toda la novela estará atravesada por el desgarrador y zumbante interrogante por el bien y el mal: desde un principio, queda bien delimitado lo que se denomina "mundo luminoso" (el interior de la casa paterna, la pureza, la creencia religiosa, la bondad, la claridad, la seguridad) que difiere y se distancia del "mundo oscuro" (el exterior, el pecado, la tentación, el instinto animal, el peligro, las pasiones), hacia el que Emil se siente constantemente atraído.

La solución a esta tensión dialéctica viene dada por la aparición de un tercer término, que logra hacer convivir ambos polos de manera articulada: Abraxas, dios del gnosticismo, cuya función simbólica consiste en unir lo divino y lo demoníaco.

"El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El dios se llama Abraxas" (106).

De este modo, se busca expresar metafóricamente el ingreso al universo adulto a partir de una ruptura con lo dado y establecido, para poder acercarse a Abraxas, ese estadio de fusión equilibrada entre el bien y el mal. Pero esta puesta en crisis, cuya posibilidad estaría latente en todxs nosotrxs, implica una decisión y responsabilidad por parte de cada individuo, quien debe asumir las riendas de su propio destino; pero "nada hay más molesto para el hombre que seguir el camino que le conduce a sí mismo" (56). Por lo tanto, la diferencia entre el individuo promedio y los marcados por el "estigma de Caín" (círculo al que pertenecen Emil y Max) reside en este compromiso y aceptación de afrentarse a la soledad de los recónditos y desconocidos senderos de la vida interior:

"El que es demasiado cómodo para pensar por su cuenta y erigirse en su propio juez, se somete a las prohibiciones, tal como las encuentra. Eso es muy fácil. Pero otros sienten en sí su propia ley" (75).

Así, el foco se coloca sobre el individuo y su voluntad, que trae consigo un cuestionamiento total a los paradigmas escolares, paternos y religiosos. Resulta interesante pensar estas cuestiones en relación con el planteo existencialista de la libertad sartreana, cuya proximidad es notoria:

"¿No irá usted a creer que todos esos bípedos que andan por la calle son hombres sólo porque anden derechos y lleven a sus crías nueve meses dentro de sí? [...] En cada uno existen las posibilidades de ser hombre; pero sólo cuando las vislumbra, cuando aprende a hacerlas conscientes, [...] estas posibilidades le pertenecen" (122).

En resumen, Demian es la historia de una juventud particular, pero también de la juventud en general. Con el correr de las páginas, vemos reflejada nuestra propia adolescencia, sus profundos cuestionamientos y replanteos: nostalgia por la infancia perdida, comprensión intensa del mundo y vehemente separación de él, ardiente preocupación por la oscuridad del alma, exaltación de la entrega y fuerte curiosidad por lo maravilloso. Esta novela se erige como el manifiesto de lxs jóvenes, donde reverberan ecos vibrantes de la propia experiencia tumultuosa y crítica del crecer y autoconocerse.



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