Los Perplejos | Cynthia Rimsky

Ficha técnica

Editorial: Leteo
Páginas: 275
Primer año de publicación: 2009
Esta edición: 2018

Sinopsis

Cynthia Rimsky construye en su libro un admirable periplo que sigue dos caminos: el del filósofo medieval Maimónides al partir de su Córdoba natal,y el de la narradora tras sus huellas desde el presente, perdida entre el asombro, la vacilación y la sorpresa.
Con maestría, Rimsky nos permite leer la incomodidad de una tierra, la carga un poco áspera de la memoria. Los perplejos llama a la fascinación de un mundo suspendido sobre sus dudas.

Opinión personal

La cronista chilena (se asume que es la autora), a causa de ciertas circunstancias o casualidades, se interesa en la historia del rabino Maimónides, exiliado de la persecución musulmana del siglo XII y uno de los primeros en interpretar la religión judía desde la filosofía. Esta novela entonces entrecruza las vivencias de esta mujer y el filósofo, a modo de montaje o pastiche. Se trata de dos biografías ficcionales que se influyen mutuamente.

En un primer momento la escritora tenía previsto seguir la misma senda del filósofo que pasó por Córdoba, Fez, Tierra Santa, Alejandría, El Cairo y Alappi, pero se desvía por entre los restos de las naciones de la antigua Yugoslavia (que había sido escenario de la Guerra de los Balcanes). Por lo que el texto se divide finalmente por los destinos de: Córdoba, Mediterráneo, Eslovenia, Belgrado, Montenegro y Croacia. El formato de la crónica de viajes será esencial en la composición del texto. Tal vez en ese extravío se encuentre la clave para leer esta novela que aboga por una condición fluctuante e indeterminada, que no se apoya en lo que parece evidente. La concepción del viaje no está dada solamente por el carácter espacial sino también por un sentido del recorrido escritural y espiritual, ya que ambos narradores se ven en la obligación de escribir para otra entidad. La cronista que está financiada por una beca, y Maimónides, a quien se le pide escribir un Compendio simple y claro de los preceptos rabínicos del Talmud. Comparte la esperanza de preservar las tradiciones de su pueblo que está a la deriva en el desierto. Ambos se preguntan constantemente acerca del sentido de las palabras, así como el papel del lector y la lectura.

La novela fue publicada por primera vez a mediados de los 2000 y existen una gran cantidad de artículos y ensayos sobre este, entre ellos el de la crítica argentina Florencia Garramuño. En su reflexión se centra en la concepción de la identidad en la novela y señala algo muy interesante y es que ambos narradores “protagonistas”, aunque están en primera persona dejan emerger no tanto su propia voz sino la de los personajes que los acompañan en sus respectivos viajes y que brillan bajo una luz especial. En un examen más profundo da cuenta de ciertos funcionamientos de las producciones contemporáneas:

“¿Cómo pensar formas de subjetividad y de ética sostenidas en esa primera idea de desposesión, que hace de la subjetividad un vaciamiento del yo que posibilita, frente a formas de poder y dominación sostenidas en la idea de un sujeto soberano y, sobre todo, propietario, una subjetividad desposeída que reconoce los lazos que lo unen con la alteridad que también lo constituye y a la que se obliga? Esa desposesión sería la condición necesaria para pensar en formas de colectividad que resisten a esa segunda forma de desposesión que significa sufrimiento –y que define, cada vez más, dolorosamente, nuestros mundos actuales de la precarización.”

La extranjería como una condición de posibilidad escrituraria desposeída. En este sentido se demuestra una operación retórica específica de la autora para un posicionamiento ético sobre la Historia.

De acuerdo a la escritura. En algunos momentos me hacía acordar al tono sacramental y a veces mágico de las fábulas, pero se recortaba con la voz y la percepción íntima de los personajes. De ese modo nunca llega a ser una representación autoritaria, ni que se pretenda realista del personaje histórico. En un estado de continua pregunta y repregunta nos sumimos bajo su propio estado de perplejidad. 

Si bien marqué algunas frases es difícil hacer un recorte tan escueto sin perder el sentido de las escenas. Pero me parece imprescindible dejar algunos ejemplos:

“Cuánto placer encontraba en despertar temprano para pasar al dormitorio de Moira, la felicidad que sentía al prolongarse esos estados de dejadez en los que yacíamos en la cama que ocupaba con su esposo, el momento en que la paz se veía alterada por el sorpresivo llanto de Moira que recordaba un dolor de infancia.”
“Al anochecer, en las montañas se encienden las luces de las capillas que velan por la ciudad durante las horas en las que la razón se permite un descanso.”

En un pasaje, que vale la pena destacar y que se encuentra en Youtube, se detalla minuciosamente los pasos para la conservación y restauración de los libros. Un trabajo en el que se tenía que embarcar cada lector para no perder el material.La encuadernación artesanal, que ahora veo cada vez más, es un arte antiguo y hermoso, que utiliza diversas técnicas de acuerdo al país de origen

A mi entender se trata de una novela que requiere de una lectura atenta y tranquila, incluso pareciera que se juega con la idea de un cierto tempo para la reflexión profunda. Siempre tenía ganas de seguir un poco más, aunque sin la certeza de encontrar algo que se pretenda revelador, sino más bien la seguidilla de breves resoluciones truncas por las casualidades, o causalidades que tejían las vidas de estos narradores. Me da la impresión de que faltan muchas cosas por decir y que las iré descubriendo a lo largo de los días, cuando se me quite la sensación de orfandad que algunas veces nos ataca al terminar un libro.



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