Un beso de Dick | Fernando Molano Vargas

Ficha técnica

Editorial: Blatt & ríos
Páginas: 192
Año de publicación: 2015
Primera edición: 1992

Sinopsis

Felipe es un adolescente bogotano que sueña con ser futbolista y con rodar películas de amor signadas por la tragedia. Pero anhela, por encima de todas las cosas, estar en una relación con su compañero de clase y de equipo de fútbol Leonardo. A tientas, guiado por su afecto, este joven de 16 años se abre camino por las sendas del primer amor, consciente de pertenecer a una sociedad que,cegada por sus prejuicios, se le dificulta dialogar con otras formas de amar y desear amado.
Ambientada en Bogotá a finales de los años ochenta, Un beso de Dick es una historia de amor de inmensa ternura. En clave de monólogo, la voz del protagonista narra con aparente ingenuidad el mundo interior de un muchacho que se asoma a las complejidades de perderse en otro. (tomado de la edición planeta)

Opinión personal

La novela se construye a partir de un monólogo en presente que permite adentrarnos en las sensaciones y pensamientos de la vida cotidiana del adolescente Felipe. Aunque al principio, el protagonista dice estar de novio con una compañera de clase, deja muy en claro su atracción por Leonardo. Es ante todo una novela romántica, que se desarrolla en los vestidores, en el colegio y en la cancha. También se la podría enmarcar bajo el género de novelas de formación o aprendizaje sobre todo por la elección de ciertas características temáticas y estructurales, por ejemplo: la división entre el mundo joven y el adulto, que están en contaste conflicto. La emancipación anuncia la construcción de la propia interioridad que choca con las aspiraciones sociales que otros tienen sobre uno.

Lo cierto es que en lo que concierne a su sexualidad, Felipe no pasa por un proceso arduo de duda o vergüenza, ni cuestiona su propio deseo, por lo que no incurre en momentos trascendentales o espectaculares. En ese sentido, la propuesta del autor es de una belleza sutil y natural. Desafía los prejuicios con la dulce inocencia de quien no entiende que es lo que debe esconder, con la honestidad de los sentimientos descubiertos. En general se construye una atmósfera armoniosa en el que irrumpe un hecho que produce un antes y un después en el tono de la novela. Cuando la sociedad hace acto de presencia, con su propia fuerza y discurso. Tal es así que se traduce en la separación en dos partes del libro. En una entrevista el autor señala que este era uno de los aspectos que más le interesaba trabajar, ya que explica que el problema de la representación de la homosexualidad de la novela (su aparente armonía) se condice con la perspectiva de un chico enamorado, el problema surge cuando agentes exteriores se hacen presente.

En materia de escritura hay ciertas libertades y juegos a nivel léxico que responden a la óptica adolescente que atraviesa la realidad en clave irreverente. Los diálogos son dinámicos e inteligentes.

“Carlos se había fijado en la Luna y decía que cuando estaba así, delgada, era cuando a él más le gustaba: y yo que me imaginaba las nalgas de Leonardo me parecía que era lindo el surco que se le hacía en el medio, y entonces se me ocurrió pensar que Dios le había arrancado esa Luna de entre sus nalgas”.

Les dejo algunas reflexiones que se dejan picando en la novela acerca de la lectura.

De la profesora de literatura:

“– Miren, muchachos: leer…, además de enriquecer las ideas, como siempre hemos dicho aquí…, más que eso, es un ejercicio de vida; si la descubren verán que puede ser una experiencia tan vital como una caricia, o como una despedida…”

Leonardo en la exposición de un trabajo de “Lippi, Angélico, Leonardo” de Eliseo Diego

“A mí me gustaría… o sea: yo quiero hablar de un poema como cuando uno habla de un partido de fútbol que ha jugado. Porque…, si ustedes se fijan, cuando uno habla de un partido, no se pone a decir que el cuatro-cuatro-dos esto, ni la marcación de zona, tal cosa: uno habla de un partido, uno como que vuelve a ponerse contento o de mal genio, como cuando lo estaba jugando. Pero uno nunca habla de la técnica ni nada; sino de la emoción. Y yo quería eso: hablar de un poema, pero no de la forma, ni casi de su contenido; sino de la emoción que yo siento con un poema. ”

Ya es la segunda vez que leo esta novela… me convenzo de nuevo de que se trata de un tesoro para tener a mano en la biblioteca. Recomendado para todo aquel que necesite un poco de luz.



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